MIQUEL ÀNGEL SÒRIAJa han passat 50 anys d’uns fets transcendentals en la història de la Revolució Cubana:
el bombardeig dels aeroports de La Habana, San Antonio de los Baños i Santiago
de Cuba i del posterior desembarcament a Bahía de Cochinos per part de forces
anticastristes amb el suport de la CIA i de les forces aèries USA. Setanta-dues hores
va durar l’aventura: la majoria dels invasors van ser capturats per l’Exèrcit Rebel i les
Milícies Populars.
“Si Cuba es posible, otro mundo es inevitable”
Luis Britto García (Venezuela)
En aquestes darreres em guio, i en un gran escriptor cubà, Alejo Carpentier, que a la
seva cèlebre novel·la La consagración de la primavera, fa un seguiment dels fets.
El personatge principal, que ha format part de les Brigades Internacionals al front de
Madrid, es troba, malgrat la seva edat, integrat en les Milícies. Deixem que parli:
“Pero en Miami, si exceptuamos a algunos aterrorizados, algunos engañados por la
propaganda antirrevolucionaria, algunos viejos que maldicen la jodida hora en que se
fueron, y algunos niños inocentes de su exilio, los demás son un amasijo de pandilleros
políticos, gente que implora una intervención norteamericana aquí, tahúres que
aspiran a reinstalar sus ruletas y garitos, expendedores de drogas, putas, proxenetas,
buquenques, estafadores y cuanto lumpen fue a encallar a la Florida ─pura mierda”.
NO HUELEN A TIERRA
No trajeron flores ni semillas;
no vinieron a llenar nuestras casas
de pan o de música;
no vinieron a sentarse en el portal
a hablar de los días hermosos
del amor o el trabajo.
Sus manos no huelen a tierra.
No vinieron a reunir los ladrillos
de la casa tranquila;
no vinieron a ordeñar la vaca
húmeda de estrellas y rocío;
no vinieron a cortar los viejos árboles
con los que haremos nuestra mesa;
no vinieron a enseñarnos a leer
ni a curar nuestras manos heridas;
no vinieron a acompañarnos a soñar
en el mundo que estamos construyendo
con sudor y alegría.
Sus manos no huelen a tierra.
Sus manos no trajeron penachos de palomas
ni sacos de maíz ni cajones de libros;
sus manos no trajeron barriles de aceite
ni vasos, ni martillos, ni violines;
sus manos no trajeron la esperanza;
sus manos no trajeron el amor;
sus manos no trajeron la amistad;
sus manos no trajeron la alegría;
sus manos no trajeron la paz;
sus manos no trajeron la vida.
Sus manos no huelen a tierra.
Fayad Jamis
“Pero a las pocas horas ─eran las del alba─ fui sacado del sueño por un ruido
de explosiones lejanas (...) Pronto supimos que unos aviones B26, de fabricación
norteamericana, habían bombardeado (...) Y ya, por radio, se daba orden de
movilización a todas las unidades de combate del Ejército Rebelde y de las Milicias
Nacionales Revolucionarias. ¡Patria o muerte, venceremos!... Había empezado la
batalla que en el futuro habríamos de recordar como Batalla de Playa Girón”.
A VUELO DE VICTORIA
¡A las armas!
¡Levántate!
¡de pie tu sangre
a vuelo de victoria!
¡tu corazón de pie, tu cólera
a defender tu amor amenazado,
a cuidar de tu sueño
amenazado,
juntos
a vuelo de victoria!
¡a levantar juntos la casa
de la alegría!
¡a hacer la cama eterna
del enemigo!
¡a dar un paso más
a favor de la vida!
¡a dar un golpe más
contra la muerte!
Francisco de Oraá
“Rodeado de los hombres de mi milicia, vengo rodando desde hace horas en este
destartalado y gruñiente autobús que, a menudo, tiene que arrimarse a un lado de la
carretera para dejar el paso a camiones que con sus cláxones nos piden la vía, repletos
de jóvenes combatientes (...) que nos saludan con bromas, animosos gritos, y mueras
a un enemigo que sale escarnecido en alma y prosapia hasta la tercera generación
ascendente”.
CONVERSACIÓN CON FAUSTO DÍAZ
¿De dónde
la sonrisa, de qué profundos
remolinos tan puros como increíbles?
¿Qué minas de calor y amistad,
qué claras minas
donde transita un agua perenne?
Sobre la guerra fue fundado el hombre,
sobre la destrucción fue construido,
las balas completaron su figura,
la arena de Girón nos lo ha devuelto íntegro.
Luis Pavón
“El batey y caserío de la gran fábrica azucarera estaba a oscuras. Pero aquí sí que se
sentía ─¡caray!─ que estábamos. No ya en la antesala sino en el umbral de la zona de
operaciones. Había un solo edificio iluminado: el de la administración del Central al
que de repente vi llegar, como surgido de las sombras, al Comandante Fidel Castro,
que regresaba de la línea de combate seguido de varios oficiales”.
ENCUENTRO
(...)
Los que nos hemos encontrado
en este parque natural al oeste de La Habana
quince años más tarde
con el eco de Girón en el periódico que llevamos
en las manos
y sobre todo en algún lugar de la memoria
aplaudimos de repente a aquel compañero que grita
diciendo que seguimos preparados que esperamos
el próximo pase de lista
que ya inventaremos canciones nuevas para montar
en los camiones
para sobrevivir al frío implacable de la guardia
que aquí estamos otra vez
o mejor que nunca hemos dejado de encontrarnos
Atención:
Hoy somos otros
Pero somos los mismos
Víctor Casaus
“─Oye el Cuarto Comunicado de Guerra, que empezaron a pasar a las cinco y media─.
Hay silbidos y frituras de estàtica, y emerge una voz clara, cuyo volumen aumenta el
músico: ‘Fuerzas del Ejército Rebelde y de las Milicias Nacionales Revolucionarias
tomaron por asalto las últimas posiciones que las fuerzas mercenarias invasoras
habían ocupado en el territorio nacional... Playa Girón, que fue el último punto de los
mercenarios, cayó a las 5 y 30 de la tarde... La Revolución ha salido victoriosa, aunque
pagando un saldo elevado de vidas valiosas de combatientes revolucionarios que se
enfrentaron a los invasores y los atacaron incesantemente sin un solo minuto de tregua,
destruyendo así, en menos de setenta y dos horas, el ejército que organizó durante
muchos meses el gobierno imperialista de los Estados Unidos... El enemigo ha sufrido
una aplastante derrota’...”
EPITAFIO EN GIRÓN
Abandonando el sembradío o el beso
O el monte del oscuro carbón
Avanzamos sobre los invasores que armara el extranjero.
Defendimos con nuestros pechos trabajadores
No sólo este territorio mitad tierra mitad agua,
Sino la isla toda, y más allá de sus costas
El inmenso mundo que confiaba en nosotros
─Hace caer, agujereadas las camisas azules y verdes─.
Viajero: ve a decir a nuestros hermanos vivos
Que aquí sigue flameando la bandera de Cuba
Y da sombra a la fértil cosecha de nuestros huesos.
Roberto Fernández Retamar
Fins aquí una selecció de fragments de l’obra de l’Alejo Carpentier amb el contrapunt
de poemes d’autors cubans. Només afegir les paraules finals de Fidel Castro a la Segona
Declaració de La Habana:
“Porque esta gran humanidad ha dicho ‘¡Basta!’ y ha echado a andar. Y su
marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia,
por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que
mueran , morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única,
verdadera, irrenunciable independencia.
¡Patria o muerte! ¡Venceremos!”
EL PUEBLO DE CUBA
La Habana, Cuba
Territorio Libre de América,
4 de febrero de 1962.”Etiquetes de comentaris: Cuba, Internacional, Les arrels, Playa Girón