El gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, el más criminal y ladrón de la historia de Oaxaca, pretendió desaparecer a la Coordinadora Oaxaqueña Magonista Popular Antineoliberal (COMPA), a la que responsabilizó del levantamiento social del 2006; sin embargo, hoy podemos decir que hasta el último momento, mantuvimos firmes nuestros principios, y nunca negociamos con el asesino del pueblo de Oaxaca. En el 2011, no hemos claudicado, y seguimos firmes en nuestra lucha, ideales y principios.
Hoy, lo que nos convoca, es la reconstrucción de la unidad en la lucha social por un verdadero cambio democrático, para acabar con más de 30 años de neoliberalismo impuesto por gobernantes emanados del PRI y del PAN. Es necesario, pues, construir un nuevo modelo económico, social y político para acabar con las injusticias que laceran a la población más pobre en el estado y el país.
A cuatro meses del gobierno de transición en Oaxaca, los avances en los temas de justicia, han sido nulos. Los agravios que padecimos durante el desarrollo de la lucha de la APPO y la violación a los derechos humanos por la política de guerra sucia de Ulises Ruiz, sigue siendo una deuda con el pueblo oaxaqueño. Hasta la fecha no hay ningún funcionario procesado de la administración pasada por los crímenes políticos perpetrados contra los activistas sociales. Los asesinatos de más de 25 compañeros de lucha, siguen impunes. Nadie ha sido llevado a la cárcel por esos hechos, ni por los desaparecidos, perseguidos, encarcelados y torturados.
Durante los gobiernos neoliberales, el nivel de vida ha llevado a miles de oaxaqueños a los límites más extremos de sobrevivencia. Los índices de pobreza en Oaxaca después de 82 años de gobiernos priistas, son históricos. Es justo que por lo menos el gobierno del cambio atienda cada uno de los reclamos de las comunidades con soluciones tangibles; no se pueden postergar los reclamos de los pueblos; las demandas de infraestructura social, de solución a los conflictos sociales de las comunidades indígenas que han derivado en manifestaciones y bloqueos constantes de agencias, municipios, transportistas, colonos, estudiantes y sectores diversos de la sociedad para hacerse escuchar.
Debe haber una gran sensibilidad del gobierno estatal para palpar los problemas sociales y darles atención y solución puntual, de lo contrario, por omisión, se acrecentarán los reclamos de la población. El Caballo de Troya del viejo régimen priísta está en la administración actual, con los cuadros reciclados del muratismo y el ulisismo entorpeciendo la solución de los diversos problemas políticos, económicos y postelectorales que ellos mismos crearon durante sus regímenes. La misma función desempeñan las organizaciones que con la careta de izquierda, están enchufadas al Estado. Ellas cumplen fielmente la misión de neutralizar la lucha social que llevan a cabo otras organizaciones independientes, haciéndose cómplices del gobierno, del color que sea. Ahora están enchufados en la administración gabinista.
Los objetivos de los ricos nacionales y extranjeros están puestos en las riquezas naturales de los oaxaqueños. El 20% del territorio estatal ya está concesionado a las multinacionales para extraer todo tipo de recursos naturales renovables y no renovables; lo que pondrá a prueba de fuego la vocación democrática de Gabino Cué para defender los intereses de los pobres y de los pueblos, o de de los oligarcas y el capital globalizador, a los que Felipe Calderón ha entregado el país, empezando con los hidrocarburos. Aquí en Oaxaca, el territorio ya en gran parte está concesionado a las multinacionales para la exploración y explotación del agua, bosques, suelos mineros.
Por otro lado, el gobierno federal está criminalizando la protesta social. Con el supuesto combate al narcotráfico, violentamente se ha dedicado a catear las oficinas de las organizaciones que mantenemos la línea de lucha verdaderamente independiente. El régimen calderonista sigue los parámetros del Plan Mérida, imitación del Plan Colombia, para militarizar el país, y castrar el descontento de la población y de los movimientos sociales. Ahí está la desaparición forzada del maestro Carlos René Román Salazar integrante de CEDES de la Sección 22, que es la reedición de las prácticas de la guerra sucia en nuestro país, instrumento del estado mexicano para perseguir opositores.
Ratificamos el camino de la lucha social como la vía infalible para el cambio democrático del país y el estado; vamos a estar vigilantes de los actos del mandatario y se cumpla de manera puntual lo que le prometió al pueblo oaxaqueño. Ante este hecho, las organizaciones que conformamos la COMPA vamos a ocupar el corazón del estado de Oaxaca, el próximo 25 de Abril. Ésta actividad será el comienzo de una jornada de lucha que iremos escalando hasta que sean atendidas de manera puntual las demandas planteadas por las comunidades, y que aquí sintetizamos:
1.- LA LIBERACIÓN DEL PRESO POLITICO Y DE CONCIENCIA ABRAHAM RAMIREZ VASQUEZ, PRESO Y REHEN DE ULISES RUIZ.
2.- EL CUMPLIMIENTO A LOS TEMAS DE JUSTICIA.
3.- RESPETO IRRESTRICTO A LAS AUTORIDADES ELECTAS POR USOS Y COSTUMBRES
4.- LA PRESENTACIÓN EN VIDA DE CARLOS RENE ROMAN SALAZAR
5.- LA SOLUCIÓN DE LAS DEMANDAS DE LAS COMUNIDADES
ORGANIZACIONES QUE INTEGRAN LA COORDINADORA OAXAQUEÑA MAGONISTA POPULAR ANTINEOLIBERAL (COMPA):
COMITÉ DE DEFENSA DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO (CODEP) COMITÉ DE DEFENSA DERECHOS INDIGENAS (CODEDI – XANICA), ORGANIZACIONES INDIAS POR LOS DERECHOS HUMANOS DE OAXACA (OIDHO)
Oaxaca de Juárez, Oaxaca, a 19 de Abril del 2011.Etiquetes de comentaris: Internacional, Mèxic, Oaxaca
El gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, el más criminal y ladrón de la historia de Oaxaca, pretendió desaparecer a la Coordinadora Oaxaqueña Magonista Popular Antineoliberal (COMPA), a la que responsabilizó del levantamiento social del 2006; sin embargo, hoy podemos decir que hasta el último momento, mantuvimos firmes nuestros principios, y nunca negociamos con el asesino del pueblo de Oaxaca. En el 2011, no hemos claudicado, y seguimos firmes en nuestra lucha, ideales y principios.Hoy, lo que nos convoca, es la reconstrucción de la unidad en la lucha social por un verdadero cambio democrático, para acabar con más de 30 años de neoliberalismo impuesto por gobernantes emanados del PRI y del PAN. Es necesario, pues, construir un nuevo modelo económico, social y político para acabar con las injusticias que laceran a la población más pobre en el estado y el país.